Una reseña de Julia Rípodas para librería Tusitala
“Cuando se tiene miedo, se pierde la capacidad de análisis y reflexión, nuestro pavor nos paraliza. Por eso el miedo ha sido el motor de represión de todas las dictaduras”
Teherán, años 80. Una niña que ha crecido en una familia progresista y ha sido educada “a la occidental” asiste a los cambios que se imponen en las costumbres y libertades en su país. Por medio de un cómic en blanco y negro, dividido en cuatro libros, en el que el texto tiene tanta importancia como el dibujo, Marjane Satrapi nos cuenta su vida desde el año 1979, el año de la revolución que derrocó al Sha que había reinado durante más de 20 años en Irán. Esa revolución pretendía ser una revolución democrática y fue apoyada por gran parte de la población, cansada de las desigualdades sociales y de la falta de libertad de expresión y de libertades políticas. Pero tras un año en el gobierno, el nuevo régimen quedó en manos de integristas y la guerra con Irak empeoró aún más la situación.
En el Libro 1 la autora nos trasmite, desde sus ojos de niña inquieta e imaginativa, su perplejidad y confusión ante la radicalización del gobierno y las nuevas prohibiciones impuestas a la ciudadanía: el uso del pañuelo para las mujeres, el cierre de escuelas mixtas y las detenciones y torturas a los disidentes (muchos de los cuales habían apoyado la revolución). Como ejemplos de su pensamiento infantil, nos describe sus conversaciones existenciales con Dios (al que visualiza con el aspecto de Marx) y su intención de crear una nueva religión de la que ella misma será la profeta y uno de cuyos primeros preceptos será: “Ninguna anciana sufrirá” (ya que a Marji le preocupa que a su abuela siempre le duelan las rodillas). La abuela le pregunta: “Y ¿cómo harás para que ninguna anciana sufra?”. Y ella le responde: “Muy sencillo, estará prohibido”.
En el libro 2 la autora relata el deterioro progresivo de la situación en Teherán agravado por la guerra Irán-Irak y cómo sus padres deciden enviarla a Viena para que pueda estudiar en un colegio francés y mantenerse a salvo de los bombardeos y atentados.
El libro 3 es la narración de su paso por Europa durante cuatro años en los que la adolescente se irá adaptando, con ciertas dificultades, a esa nueva cultura y a su soledad lejos de su familia y su país, del que ya no queda casi nada del lugar en el que ella creció.
En el libro 4 nos cuenta su regreso a Irán donde se sentirá como una extraña en su propia casa. Del mismo modo que era una extranjera en Europa, de vuelta en Teherán chocará con su propio entorno, ante el cual Marjane no cumple con lo que de ella se espera. En la universidad, con un grupo de amigas y amigos se resisten en la medida en que pueden a las prohibiciones y a las absurdas imposiciones en su vestimenta y comportamiento.
“¿Cómo es posible que yo, como mujer, no pueda sentir nada viendo a estos fornidos señores de arriba a abajo, pero ellos, como hombres, puedan excitarse por cinco centímetros menos de velo?”
Los pequeños detalles de su vida personal, de su educación, de sus relaciones con su familia y amigos, de la percepción de su propio cuerpo y su valía como persona y como mujer sirven de espejo de la historia de Irán durante la últimas décadas mejor que cualquier crónica política.
La belleza de Persépolis reside en el equilibrio perfecto que Marjane Satrapi consigue mantener entre el horror y el humor, entre la denuncia y el respeto, entre el dolor y la esperanza.
Marjane Satrapi es una ilustradora, escritora y realizadora iraní nacida en 1969. Es autora de los comics Bordados y Pollo con ciruelas, también ambientados en la sociedad iraní y ha sido guionista y directora de la película Persépolis junto a Vincent Paronnaud. Desde el año 1996 vive y desarrolla su trabajo en Francia.
Reseña publicada originalmente en el blog Cuentan ellas cuentan.