Como tenemos por costumbre llegadas estas fechas propicias para la lectura, desde la librería Tusitala te ofrecemos recomendaciones literarias para el verano. Aquí van los libros:
–Baumgartner, de Paul Auster.
La última novela de Paul Auster es también una despedida, pues mientras redactaba sus páginas ya padecía la enfermedad que se lo llevó el pasado mes de abril, y la posibilidad de la muerte ronda las peripecias del protagonista, el profesor Baumgartner. Sin embargo, Baumgartner es tanto el repaso gozoso de una larga trayectoria amorosa como el canto a una vida que no se agota todavía, que se aferra a la siguiente promesa. Recomendamos esta novela como la mejor manera de decir adiós al genial escritor neoyorquino, y también como puerta de entrada, para quienes no tengan aún el placer de haberlas leído, a grandes narraciones suyas como Brooklyn Follies o El Palacio de la Luna, por citar sólo dos de ellas.
–El abismo del olvido, de Paco Roca y Rodrigo Terrasa.
No es la primera vez que recomendamos aquí a Paco Roca, uno de nuestros autores de cómic favoritos. El abismo del olvido es su última obra, realizada en colaboración con el periodista Rodrigo Terrasa, con más de 50.000 ejemplares vendidos a los pocos meses de su publicación. Aunque el argumento del éxito en ventas no es algo que nos importe demasiado en Tusitala, merece destacarse porque, además de su calidad narrativa y artística, parece claro que El abismo del olvido responde a la necesidad que tenemos como sociedad de hablar de nuestras heridas abiertas: de la sangrienta represión franquista, de la lucha de los familiares de las víctimas de la dictadura para recuperar los huesos y la dignidad de sus seres queridos, y del miserable comportamiento de quienes se lo impiden. Para pasar página hay que leerla primero, y nunca mejor dicho.
–Huracán de negras palomas, de Azahara Palomeque.
Ahora que el tornado Trump amenaza con reanudar su labor de destrucción de los Estados Unidos de América, conviene asomarse al torrente de palabras de Azahara Palomeque, en esta novela con tres narradores que nos traslada al vórtice de los conflictos raciales, económicos y climáticos, según los padece la familia protagonista en su esfuerzo por recuperarse del paso de un huracán por la ciudad que habitan. La escritora y periodista Azahara Palomeque cambió los tejados de Badajoz por los cielos y los infiernos de Norteamérica y, después de trece años viviendo en Estados Unidos, ha regresado al Sur para ofrecernos sus artículos en medios como El País, publicar en Anagrama su ensayo Vivir peor que nuestros padres, y desafiarnos ahora con este inolvidable Huracán de negras palomas.
–El ojo del lobo, de Daniel Pennac.
La alambrada de un zoológico: a un lado, un lobo tuerto; al otro, un niño con el ojo cerrado. Por el ojo del lobo desfilan Alaska, la aventura, la huida desesperada por la supervivencia. En el ojo del niño están África, la guerra, el amigo guepardo y el dromedario que soñaba. En conjunto, dos visiones que forman una oda a la naturaleza, a la solidaridad y los vínculos entre humanos y animales. El ojo del lobo, publicado originalmente en los años ochenta, es un clásico entre los jóvenes lectores franceses, traducido en España por la editorial Algar con una edición ilustrada, y que además cuenta con una adaptación al cómic de Mathieu Sapin, recientemente publicada por la editorial Astiberri.
–En existencia, de Carlos Reymán.
Se abre camino cargada de futuro la poesía en estas recomendaciones, de la mano de un amigo que ya no está pero que nos dejó en herencia un regalo más, en forma de poemario póstumo que acaba de publicar la Editora Regional de Extremadura. Se titula En existencia y condensa en sus versos el modo de mirar la vida intenso y espléndido que tenía Carlos, sus ganas de sombra y de asombro. Pero mejor dejemos que hable la estrofa final de su poema Los tres piropos: “El último ha sido hace poco / Escribí casi mi primer cuento para niños / Es algo que nadie creerá como de las cosas / más difíciles que he hecho en mi vida / Se lo di a leer a la amiga más lectora / que tiene Lucía / Me comentó sorprendida / Este cuento no parece que esté / escrito por un adulto”.