Reseña de Carlos Reymán para Librería Tusitala
Pertenece Felipe Zapico a la turba gentil de los poetas expulsados que enfilan sus pasos platónicos contra la República, los poetas que se la tienen jurada al poder de traje invisible cortado a la desmedida convenida, y no callan ni bajo el agua bailable de la intelectualidad adulada y sonera. Pertenece Zapico a la horda de los poetas homéricos cargados de razón y conciencia que en sus idas de acá para allá encontraron la medida del alma humana en un cuenco de sueños. Pertenece el poeta Felipe Zapico al grupo de poetas revolucionarios que dieron por perdidas las revoluciones pendientes (cuesta abajo o cuesta arriba), intermitentes o de luz fija guiando la desbandada, y empiezan a ganar ahora la única posible: La Revolución de la Palabra.